Ciudad de México, 1997. Su pasión por el arte comenzó el día que pudo sostener una crayola, y desde entonces no ha parado de dibujar y pintar. La arquitectura antigua y colonial y los omnipresentes y a veces ominosos símbolos e imágenes religiosas de Puebla, han sido su fuente de inspiración. Mauricio actualmente estudia la Licenciatura en Cinematografía en la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP). Dicho por él, sus creaciones provienen de su neurosis, ansiedad, temores y demonios más profundos. Desde su extraña perspectiva “en mi trabajo exploro la capacidad de encontrar la belleza, la luz y lo sublime incluso en el monstruo más obscuro y el terror más decadente”.